Esta semana quiero dedicar mi artículo a un miembro especial en nuestra sociedad y en la vida de todos y cada uno de nosotros. Nos referimos a los ilustres PADRES!!
Se dice que la idea de celebrar el “Día del Padre” surgió en 1910, por parte de la estadounidense Smart Dood, en la ciudad de Washington. Smart pretendía que con esta celebración, cada 5 de junio, se destacara el papel que juegan los padres en la sociedad, especialmente de aquellos que, como su progenitor, cumplían el doble rol de padre y madre en la educación de sus hijos.
Sin embargo, la propuesta de Smart no tuvo muchos adeptos en los primeros años y permaneció en el olvido. En 1915, Harris C. Meek, presidente del Club de Leones de Chicago, retomó la idea. En esta ocasión, el proyecto contó con mejores auspicios, aunque en un principio la sugerencia fue que cada familia eligiera celebrar o no el día 5 de junio como “Día del Padre”.
En 1924, el presidente de los Estados Unidos de América, Calvin Coolidge, apoyó esta iniciativa y convirtió el “Día del Padre” en una celebración nacional. Finalmente, en 1966, el presidente Lyndon B. Jhonson firmó una proclamación presidencial que declaraba el tercer domingo de junio como “Día del Padre”. De allí que muchas culturas latinoamericanas lo han adoptado como parte de sus tradiciones, calendarizándolo y festejando la ocasión para reconocer a los padres en su día.
No obstante, dentro de toda esta celebración y fiesta es importante considerar y evaluar que la paternidad mantiene un rol importante dentro de cada familia y sociedad haciendo aportes significativos y/o impactando la vida de cada hijo de manera positiva o negativa.
Tradicionalmente hemos visto que la paternidad es concebida como un ejercicio de autoridad y provisión en el hogar. Asimismo, se considera un requisito para la filiación que da nombre y apellidos a cada persona. Debido a estereotipos y roles de género, se ha establecido un patrón de paternidad donde el padre, generalmente ausente por cuestiones de trabajo, es visto por hijos e hijas como un dispensador de dinero y autorizaciones.
Este patrón excluye a los hombres tanto de las tareas relacionadas con el cuidado de sus hijos y del hogar, como de las posibilidades de disfrutar de relaciones más íntimas y cálidas con su familia. De allí, que muchas personas empiezan a tener percepciones acerca de lo que pudiese representar un padre haciendo dos grandes divisiones:
Este patrón excluye a los hombres tanto de las tareas relacionadas con el cuidado de sus hijos y del hogar, como de las posibilidades de disfrutar de relaciones más íntimas y cálidas con su familia. De allí, que muchas personas empiezan a tener percepciones acerca de lo que pudiese representar un padre haciendo dos grandes divisiones:
1) La imagen del padre bondadoso, trabajador, respetuoso y cariñoso con los hijos.
2) La concepción del padre ausente e irresponsable, asociado a palabras como abandono, ausencia, maltrato y castigo.
En la primera división podemos observar a diario como hay ejemplos en nuestro entorno social de figuras paternas que han ejercido un rol positivo en el crecimiento de sus hijos y que han formado parte equitativa en la crianza familiar, generando relaciones cálidas y duraderas que han fortalecido el desarrollo familiar a lo largo del tiempo y que se han multiplicado. Este tipo de imagen genera buenos pensamientos y grados de influencia positiva en la vida de los hijos.
Por otra parte, la segunda división de padre es la negativa, la que todo hijo o miembro de la familia asocia con problemas y que va generando mentalmente grados de negación familiar. Este tipo de padre normalmente impacta en el desarrollo y educación de los hijos. Los padres (mujer y hombre) deben ser más conscientes de su rol familiar al momento de planificar una familia. No pueden pensar que la concepción y crianza de un niño es sólo de una persona. Debe existir previamente amor a Dios, amor al prójimo y pensar en una sólida unión familiar, dejando atrás los intereses personales y buscar consensos o acuerdos de pareja para evitar que sus hijos a futuro pasen por situaciones difíciles en sus vidas que conlleven a aspectos negativos que generen una cadena de eventos que afecten al niño emotivamente e intelectualmente en su desarrollo como ser humano.
La CEPAL considera que la falta de un padre, o la existencia de aquel que no asume sus responsabilidades, tanto de manutención como de cuidados en el desarrollo de sus hijos, está ligada al abandono escolar, medido tanto en índices de deserción escolar como en bajo rendimiento o en inasistencia durante primaria y secundaria, lo que provoca una baja formación de capital humano. El incumplimiento de responsabilidades económicas y la falta de reconocimiento legal de los hijos también afectan las condiciones de desarrollo humano de los niños y niñas en esa situación.
Por eso es muy importante que más personas se preocupen en tener una visión diferente de la paternidad y empiecen a practicar una mayor responsabilidad masculina en la procreación y a participar de manera más activa e integral en el desarrollo de sus hijos, dejando atrás ese concepto de simples proveedores o cabezas de familias que aportan la economía al hogar. Recuerden que nunca es tarde, cuando realmente quieran empezar a buscar un cambio positivo en sus vidas y en la de sus hijos.
Lo ideal y recomendado es lograr la equidad familiar, lo que hará posible que las tareas y las responsabilidades en la crianza de los hijos se distribuyan de manera más equitativa, y brindará a los varones la posibilidad de disfrutar y enriquecerse, compartiendo con las mujeres la crianza y el desarrollo de sus hijos.
Me despido de ustedes amigos con estas citas bíblicas dedicadas muy especialmente a todos los hijos que aman y recuerdan a sus padres, a pesar de todas las pruebas que han pasado en sus vidas:
Me despido de ustedes amigos con estas citas bíblicas dedicadas muy especialmente a todos los hijos que aman y recuerdan a sus padres, a pesar de todas las pruebas que han pasado en sus vidas:
Efesios 6:1-3: "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra."
Proverbios 23:22-25: "Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies. Compra la verdad y no la revendas; adquiere la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia. Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra sabio se gozará con él. Alégrese tu padre y tu madre, y gócese la que te dio a luz."
Felicidades a todos mis amigos, compañeros de trabajo y hermanos que son padres, muy especialmente a mi Padre Plinio que aunque no lo veo diariamente lo tengo siempre dentro de mis oraciones y de mi corazón!! Te amo Papá!!....y Brandy también jaja!! Dios me los bendiga a todos!!